En épocas en que las redes sociales están inundadas de contenidos creados para vender, Juan Pablo Silva decidió usar su amor por las letras para cautivar a un público diferente. Este abogado santandereano de 31 años se dio a conocer inicialmente por su colaboración con el colectivo Acción Poética Colombia. Los mensajes escritos a mano que publicó en sus redes, como una bola de nieve, trajeron consigo a un montón de seguidores, “una familia amante de las hojitas de papel escritas a mano”, como él mismo lo expresa.
Esta forma de expresarse le permitió no solo romper los estereotipos tradicionales impresos en tinta y papel, sino que se convirtió en su principal herramienta para dedicarse a su gran pasión: las letras. Así, el autor no solo ha utilizado los medios digitales para abrirse un espacio en un medio tan tradicional, sino que ha logrado hacer un contenido diferente que pudiera llegar a todos.
Sin embargo, su idea de comunicar no quedó ahí, sino que lo motivó a dar un paso más grande y fue trabajar en un libro. Uno que le permitiera mostrar sus distintas facetas y compartir con los lectores lo más íntimo y significativo de su camino andando. Y, sobre todo, hacer uso de sus aprendizajes para inspirar a otros, para motivarlos a seguir, a no detenerse.
Juan Pablo Silva: ¿Y si le pongo nombre a lo que escribo?
Con esto en mente, apareció Pa’ gustos los colores, una obra basada en la que, según el autor, es la mejor escuela: la vida. Sin la intención de ser un libro de autoayuda, Silva busca motivar a los lectores a interactuar con el libro, a escribir sus propios pensamientos y reflexiones, a verse en las experiencias de otros y reflexionar sobre las propias.
Así mismo, con sus palabras, Juan Pablo Silva intenta conectar con el lector, crear una conversación íntima y muy honesta con aquellos que llegaron a sus páginas. Esto a través de un lenguaje cercado, un diálogo casi que personal que hará que quien lo lea sienta que le está hablando directamente. Sin duda, la obra es un intento de darles a aquellos que lo necesiten una voz de aliento, una oportunidad de respirar y, como lo dice el autor, de crear un “puente para sentir que hablamos mientras tomamos un par de cafés”.
Algo que vale la pena destacar en precisamente las notas escritas a manos, las cuales están presentes a lo largo del libro. Una característica ya icónica del autor y que, sin duda, gustará muchos quienes ya lo siguen y aprecian su arte.
Para quienes hasta ahora lo conocen, será una manera de ver la sinceridad de sus palabras, sus espontaneidad y la autenticidad de su carácter. Una manera creativa, al mejor estilo del autor, de expresar pensamientos y reflexiones que permitan conectar con las emociones de los lectores.
Cada una de estas notas hechas a manos contiene mensajes que buscan motivar a los lectores a creer en los propios sueños, a no perder la fe en Dios, entre otras cosas.
Esta es una invitación a conocer el primer libro de Juan Pablo Silva, una manera de ponerle nombre a sus escritos y extender la experiencia de sus relatos más allá de una pantalla.