
Por: Olga Daniela Ibarra Landinez
Colombia: tan diversa como su literatura
Para mí, la literatura colombiana se caracteriza por dos razones principales: la primera, es por su estilo fresco, coloquial y que remarca nuestro diario vivir, donde las historias narradas generalmente están estrechamente relacionadas con nuestra cultura. En segundo lugar, por la infinita creatividad que nos ha mostrado desde siempre, ingeniosos relatos capaces de cautivar, inspirar, educar y hacernos soñar.
Históricamente Colombia ha sido narrada por autores y libros emblemáticos e inolvidables gracias a escritores de la talla de Gabriel García Márquez o Laura Restrepo, quienes crearon novelas conocidas en todos los rincones del mundo. La literatura colombiana no solo guarda un Premio Nobel y variedad de galardones en su historia, sino que también ha mostrado la realidad de un país a través de textos que hablan del pasado y el presente de la nación, con sus problemas, virtudes y desafíos.
7 libros recomendados para empaparte de literatura colombiana
Julio no es sólo un mes de memes, es el momento de recordar el grito de Independencia y el llamado a que como país nos demos la oportunidad de usar las letras para demostrar lo somos y adentrarnos en nuestra historia, valores, realidad y magia. Este listado de libros muestra lo diverso de los autores colombianos y la riqueza de palabra que tenemos.
- La tejedora de coronas
Novela de Germán Espinosa llena de caribe. En 1992 fue declarada por UNESCO como Obra Patrimonio de la humanidad. A través de su protagonista Genoveva Alcocer se muestra la oscura sombra de la Inquisición que dominaba Cartagena en 1697, anulando a las mismas estrellas. Es la voz de una mujer que entendió la Ilustración y sufrió en carne propia las percusiones del sectarismo.
2. Las estrellas son negras
Obra maestra del chocoano Arnoldo Palacios, no ha sido lo suficientemente reconocida pese a su calidad invaluable. En sus páginas se muestra la desesperanza que nace de la pobreza. Irra es la voz de todos aquellos que no nacieron con suerte y esconden en su corazón el sufrimiento de un día.
3. La muerte en la calle
Creada por José Felix Fuenmayor, uno de los miembros del grupo de Barranquilla. En formidables tertulias en La Cueva, Fuenmayor y otros integrantes del grupo pasaban sus días y noches tomando cerveza y hablando sobre letras. Gabriel García Márquez en su juventud periodística, el escritor Álvaro Cepeda Samudio y el pintor Alejandro Obregón, entre otros, compartían largas jornadas que aportaron a la creación de estos cuentos caribeños que revelan la belleza incomparable de la región.
4. Entre la libertad y el miedo
Germán Arciniegas, el hombre que nació con el siglo, escribió en 1952 este libro de ensayos donde habla sobre las dictaduras que aquejaban el continente a sangre y fuego. Hoy, tantas décadas después, esta se constituye en una obra histórica que nos muestra parte del camino político recorrido por Latinoamérica. El libro fue tan polémico en su momento, que los gobiernos lo quemaron y prohibieron por décadas, pero su calidad permitió que siguiera vivo hasta nuestros días.
5. Fábulas y verdades
Esta recopilación póstuma de fábulas y cuentos de Rafael Pombo vio la luz gracias a la Imprenta Nacional en 1916. “La pobre viejecita”, “El gato bandido”, “El renacuajo paseador” y “Simón el bobito”, son algunos de los títulos que nos regresan a nuestra infancia. Este libro nunca perderá su vigencia por la picardía y genialidad de sus letras, el valor de sus enseñanzas, y la posibilidad que ofrece de unir a la familia alrededor de la lectura.
6. Morada al Sur
De uno de los grandes poetas colombianos, Aurelio Arturo, de origen nariñense. En esta obra maestra Fernando Charry Lara recuerda que “el acento de su poesía se admiró desde el primer momento por la rara combinación que logra del misterioso entresueño y melodía secreta”. Morada al Sur, estandarte y recopilación admirable.
7. ¡Que viva la música!
Novela Andrés Caicedo, Nacido en Cali, la misma ciudad donde se suicidó un cuarto de siglo después, tras recibir un único ejemplar de su gran novela ¡Que viva la música! En baúles quedó el resto de su obra, que sus familiares publicarían póstumamente. Promotor insaciable del cine, junto a sus grandes amigos Luis Ospina y Carlos Mayolo, fueron símbolos del séptimo arte en Colombia. Es un libro lleno de fuerza y música que nos describe por medio de María del Carmen Huerta una ciudad maravillosa, misteriosa y a veces oscura.