En el vasto universo literario, se alzan obras que trascienden las páginas para convertirse en pilares de inspiración y transformación. Entre estas joyas literarias se encuentra El zorro que aprendió a volar de Vladimir Pastén, una obra que va más allá de la mera narrativa para sumergirse en las profundidades del alma humana. En cada página, este libro revela un viaje emocionante y revelador, tejido con pasión y autenticidad desde el corazón del autor.
En este blog, nos sumergiremos en el cautivador universo literario concebido por Vladimir Pastén, ahondando en la inspiración que dio vida a su obra y explorando cómo esta logra capturar los aspectos más profundos y esenciales de la existencia humana. Más que una simple narrativa, El zorro que aprendió a volar se erige como un testimonio de la resiliencia del alma, de la constante búsqueda de significado y de la capacidad de transformación inherente a todos nosotros. Comencemos esta conversación.
Explorando la Inspiración Trascendental
Vladimir Pastén nos cuenta sobre el nacimiento de su obra El zorro que aprendió a volar. Su respuesta revela un profundo sentido de propósito y conexión con sus raíces familiares. Nos dice: «Este regalo nació por una necesidad de buscar la trascendencia de mis padres y de mi hermana Camila Andrea con Síndrome de Down para cuando ya no estemos y las generaciones nuevas que vengan en nuestra ausencia conozcan lo maravilloso que fue nacer en esta familia con estos padres y hermanos y con una hermana que me enseñó que en la imperfección está la perfección y que cuando uno hace prejuicios con la primera mirada, debe entender que al final lo más importante es conocer el corazón de las personas.»
Estas palabras nos sumergen en el significado más profundo de la escritura de Pastén, donde la familia, la aceptación y la búsqueda de la esencia humana se entrelazan en una narrativa poderosa.
Manejando las Críticas: Una Perspectiva Auténtica
Ahora bien, durante la entrevista se indaga en cómo maneja las críticas que ha recibido su libro El zorro que aprendió a volar, Vladimir Pastén compartió una visión profunda: “Hasta el momento he recibido muchas críticas positivas y de distintos países donde mi libro se ha publicado, siempre señalando que el leer mi libro les ha permitido cambiar sus vidas, ver las cosas de forma distinta y sentirse parte del viaje. Sin embargo no considero las críticas positivas como una victoria o las críticas negativas como una derrota, si bien los ejemplares vendidos, o lo bueno o mala que sea una crítica constituyan una referencia de los logros obtenidos. Para mí, lo más importante es si lo escrito alcanza o no los parámetros que uno mismo se ha fijado, y frente a eso no hay excusas”.
Este enfoque reflexivo y autocrítico demuestra la seriedad y la integridad con las que Vladimir Pastén aborda su trabajo creativo. Su capacidad para discernir entre elogios superficiales y críticas constructivas resalta su compromiso con la mejora constante y su dedicación a ofrecer a sus lectores experiencias literarias significativas y transformadoras.
Influencias Literarias: Un Mosaico de Inspiración
Cuando se le preguntó sobre sus influencias literarias, Vladimir Pastén menciona a Robin Sharma: “Con todo sus libros sin excepción han sido una influencia para mí, pero los mío no están basados en ninguna fábula sino más bien en relatos reales, otros libros de filosofía budista y de cuentos de superación también han aportado e influido en mis relatos”.
Además, al explorar su proceso creativo, el autor revela una conexión profunda entre sus influencias y su enfoque en la escritura: «Soy un intento de escritor, para decir que soy un intento de escritor me baso en que he vivido intensamente sin tenerle miedo a la vida y eso ha dado que tenga historias que contar. Escribí mi primer libro bajo la figura tutelar de Un monje que vendió un Ferrari. No tuve maestro académico, intelectual ni literario, pero aun así me convertí en ese aprendiz cuyo dolor tuvo la gracia, la fuerza y fue el combustible junto a la perseverancia de ir cumpliendo todo».
Esta declaración muestra cómo su vida real y sus experiencias personales se entrelazan con las enseñanzas que ha absorbido de diversas fuentes literarias y filosóficas. Es a través de esta amalgama de influencias que Pastén teje las historias que resuenan con autenticidad y significado en sus obras y libro El zorro que aprendió a volar. Descubre tú mismo este viaje literario único que despierta emociones, inspira reflexiones y transforma vidas.