Sinopsis:
¡Que se rinda tu madre! Un nombre irreverente para un contenido de justicia.
No podían callar, porque si callaba el cantor, callaba la vida. Esta obra es un canto a la vida que interpreta los sueños de justicia surgidos en las humildes barriadas latinoamericanas, entre poesías, cantos y grafitis, que interiorizaron el dolor de los que crecieron en cambuches de plástico y cartón: Todo un proceso de redención expresado en las luchas solidarias de aquellos que perdieron todo, incluso el miedo a gritar que existen; ese maravilloso mensaje de paz que ofende a los poderosos, porque tienen miedo de que el amor nos reconcilie.
En este libro se narra la historia de sacerdotes excomulgados por la verdad y dispuestos a ir a la cruz por sus ovejas sedientas de justicia; misioneros que renunciaron al confort de un cristianismo lleno de protocolos que se repetían sin descanso, dejando profundos vacíos en los corazones de quienes no lograban entender cómo la imagen de ese Cristo que se hallaba afligido, derrotado y atado a un pedazo de madera podía ser la respuesta en sus aflicciones: El verdadero Evangelio que interpreta las enseñanzas del hijo de un humilde carpintero que dignificó una cruz para enseñarnos el camino hacia la libertad a través de la justicia del reino de los cielos.