Valentina Lizcano es una mujer colombiana, oriunda de la ciudad de Pereira. Aguerrida, luchadora, pero atravesada por una situación ya común en un país de contrastes e injusticias como Colombia. Desde muy joven vivió situaciones de pobreza y necesidad que la llevaron a transitar caminos oscuros e infortunados.
Así fue como, desde que tenía 15 años, encontró en la prostitución una manera de sobrevivir y de proveer para ella y su familia.
Pero la historia de Valentina no es una caso aislado, sino el reflejo de una sociedad permeada por la pobreza y la desigualdad, algo de lo que ella es más que consciente. “En el país del sagrado corazón de Jesús, donde si no naciste con dinero y apellido, o eres hijo de político, estás simplemente condenado a tener la necesidad de sobrevivir”, afirma.
Sin embargo, hay algo más que Valentina resalta a lo largo de su relato y es cómo la ambición la llevó a tomar decisiones que cambiaron para siempre el rumbo de su vida. “Gracias a mi ambición llegué a tener mucho dinero, a viajar por el mundo y a tener todo cuanto soñé en mi infancia, pero, así mismo, a pasar por siete diferentes prisiones, a ser extraditada y más…”.
Así empieza su relato Valentina Lizcano, uno escrito crudo, real y sin tapujos, que pretende no solo narrar su historia de manera honesta, sino exponer la realidad de muchas mujeres colombianas.
La puta niña, un relato de la vida real
La historia está construida de manera cronológica. Desde el inicio, la autora presenta el panorama en el cual creció, su familia disfuncional y los hechos que desde muy joven marcaron su vida.
Desde los 13 años se vio en la necesidad de trabajar para ayudar con el sustento de su hogar, lo que la llevó a vivir de muy joven situaciones de abuso y violencia. Su vida también estuvo marcada por un hogar disfuncional, pero en el que tanto padre, madre y abuela hicieron lo necesario para garantizar la supervivencia de sus hijos y nietos.
Aun así, la mayoría de la veces los recursos fueron insuficientes lo que llevó a Valentina a usar su cuerpo como fuente de dinero. Aunque no fue una decisión sencilla, las necesidades económicas del momento la obligaron a buscar cada vez más dinero.
Sin embargo, lo que empezó como la respuesta a sus necesidades gestó en ella una ambición desmedida, un gusto por el dinero fácil que más tarde la llevaría por un camino incierto.
De ahí en adelante, la autora construye un relato muy crudo y honesto de sus vivencias fuera del país, sus aciertos, el amor y sus hijos, así como la felicidad que experimentó por mucho tiempo. Pero también narra el dolor de la distancia, la oscuridad que trae la ambición y las malas decisiones.
¿Por qué leer La puta niña?
“Pocas historias se han escrito en Colombia que no tengan que ver con narcos, y esta es una de esas”. Y es que precisamente esta obra fue gestada para mostrar la realidad de la prostitución, los dolores del cuerpo y del alma que esconde una actividad de conocimiento público, pero lejana para la mayoría.
Este es un recorrido muy íntimo por la vida de Valentina Lizcano, sus vivencias, sus aprendizajes y los motivos que la mantuvieron en pie aún en los momentos más críticos. La puta niña es una invitación a conocer esta otra realidad, difícil y muy real, por la que transitan muchos colombianos.
Disponible ya en librerías virtuales y la tienda de Ita Editorial.