En esta primera entrega de la obra, Kenny Rodríguez le dio vida a Yúgen, un planeta con rostro, donde todos los miedos e inseguridades de sus habitantes se materializan. Un planeta que se convirtió en el refugio de los seres de todo el universo que han llegado huyendo de la destrucción y desolación que ellos mismos han causado en sus lugares de orígenes, con el único propósito de sobrevivir.
La protagonista de esta obra es Lelie, una joven híbrida destinada a pagar la consecuencia de las decisiones tomadas por su madre. Pese a la profecía de su sacrificio y la vida que se ha visto obligada a llevar, está dispuesta a ir en busca de su propio destino, jugarse el todo por el todo para poder huir de un clan del cual nunca se ha sentido parte. Su valentía, al igual que a la autora, la llevará a desafiar su destino y librar mil batallas para enfrentarse a sus peores enemigos: sus propios miedos.
Después de años de trabajo, Kenny Rodríguez logró crear una obra fantástica, que no solo presenta una un mundo paralelo, sino que invita a la reflexión y a la crítica. Una oportunidad para dejar volar la imaginación y tratar de adentrarse en la mente de la autora, no para entenderla ni tampoco estar de acuerdo con ella, sino para navegar en sus mundos. En sus palabras: “Si lee estas páginas se dará cuenta de que yo vivo más en mi mundo que en el mundo real”.
Parte de la autenticidad de esta obra recae en el uso de la lengua africana, así como de personajes llamativos y pintorescos y escenarios fantásticos para desconectar a los lectores de su propia realidad y vivir la obra desde su propia experiencia. “Digamos que es un mundo alterno para que usted viaje y pueda hacer las cosas a su modo” concluye la autora.