Óscar Guerrero Mendoza y su libro “Entre Ocobos y Guabinas”, una compilación de relatos y anécdotas familiares

“Las situaciones que viví con mi familia formaron callos que nos hicieron ser más resistentes ante las adversidades. De nada de eso culpo a mi pueblo, ni a su gente (…). De todo lo vivido queda la pureza de la sangre miraflorense, la conciencia pura que siempre me compaña y que nadie podrá mancillar”.

Estas palabras de Óscar Guerrero Mendoza condensan la travesía por la que nos lleva en su libro Entre Ocobos y Guabinas, una compilación de relatos y anécdotas familiares entrañables que se remontan hasta la época de la conquista.

 

Sobre el autor: Óscar Guerrero Mendoza

Este escritor se puso su traje de investigador y se dio a la tarea de rastrear las historias de su familia desde sus orígenes hasta la actualidad para tejer un texto marcado por su propia historia personal. Como resultado, nos entrega este libro, primer texto novelado de su autoría, que más allá de ser una intimidad, es casi un testigo del paso de la historia de nuestro país; así es la pluma de Guerrero Mendoza.

Como el mismo título nos lo devela, el autor boyacense es un gran amante de la música, un recurso que usa para narrar los encuentros y desencuentros del campo y su lucha, de una melodía generacional llena de humildad y sentimiento, en las buenas y en las malas.

 

Entre Ocobos y Guabinas

El libro se desarrolla en las comunidades rurales de Miraflores, Vélez y sus alrededores (Boyacá, Colombia), zonas de gran influencias cultural e histórica para la nación. Esto queda latente en todas las historias que nos presenta el autor, quien las planta en la imaginación con tal emoción como si se tratara de los primeros cultivos de café o caña de su tierra natal.

A medida que nos internamos en la obra, nos encontramos con el corazón del campo y sus paisajes, sus dificultades y tristezas, pues lo emotivo de las narraciones no radica especialmente en finales felices, sino que, en medio de las separaciones, las rupturas y el conflicto, el libro se abre a recorrer el sendero en busca de respuestas y personas, y nos recuerda lo valiosa y poderosa que es la palabra como acto de remembranza.

La polifonía de las narraciones es esencial en la construcción del texto. Los personajes de la familia Mendoza, con su particular manera de hablar, se encargan de traer al presente las anécdotas de su árbol genealógico. El personaje principal, Gustavo, voz del autor, entabla conversaciones largas y tendidas con viejos sabios y elocuentes, que, tras mojar la garganta, se convierten en libros abiertos de empresas, aventuras y hechos. El humor tradicional permea sus palabras y nos hace levantar las comisuras de los labios en una sonrisa más de un par de veces.

Otro punto que atraviesa la obra es la lucha por conseguir un mejor futuro. Una de las piedras angulares de la historia de Gustavo es salir adelante por medio de la educación. Tras graduarse como bachiller, decidió ser licenciado, todo esto lo alejó del campo y lo sumergió en el mundo citadino; del campo a la ciudad. El personajes encarga la vida de muchos jóvenes en el país que no sueñan con un lugar mejor, sino con aportar para que la tierra que los vio nacer sea ese lugar mejor.

 

Reflexiones finales

Entre Ocobos y Guabinas de Óscar Guerrero Mendoza no es solo un relato biográfico y genealógico, es un texto valioso que nos recuerda que la historia es cíclica y que nuestra realidad siempre está conectada a raíces que no hemos descubierto. Es una invitación —casi catártica— a la investigación y la curiosidad, al corazón de la cultura, a la infancia y la juventud.

Disponible ya en librerías virtuales y la tienda de Ita Editorial.

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