“El horror de un secuestro, la oscuridad de su liberación”, así define Alejandro Salamando su primera obra, un relato fantástico ambientado en una selva oscura y retorcida capaz de ponerle los pelos de punta a cualquiera. “Jhonatan no tardará mucho en darse cuenta de que cualquier horror que su objetivo haya podido vivir en cautiverio, no se podrá comparar en nada con la maldad desatada en aquella selva” complementa el autor.
¿Quién es Alejandro Salamando?
Alejandro Salamando, oriundo de la ciudad de Cali, Colombia, se acercó a la escritura y lectura en sus primeros años de colegio, allí comenzó a compartir su mundo a través de algunos relatos. Luego, la vida lo acercó a la ingeniería, formación que le brindó herramientas y métodos para darle estructura a su voz narrativa, para posteriormente, darle vida a su obra y a su oficio: narrador de historias.
El nombre de esta novela viene de una deidad muisca, el dios de la muerte, aquel demonio y representación del mismo Lucifer: el Guahaihoque, a quien se le atribuía todo tipo de tragedias en épocas de la colonia. Su presencia está latente en las páginas de esta historia, cargándola de una atmósfera oscura e impenetrable.
En su obra, Alejandro Salamando recrea las pericias que viven los personajes en la selva de Santander y Boyacá, transporta al lector a la cruda realidad de estos escenarios cargados de guerra y enfrentamiento entre la guerrilla y la fuerza armada, donde se vive al límite y está presente la ley del más fuerte.
El Guahaihoque, el horror de un secuestro
Al acercarnos a la novela, nos encontramos con Jhonatan Terranova, uno de los empresarios más poderoso de Latinoamérica, quien ha escapado, después de dos meses de secuestro, todo esté trayecto para alcanzar su libertad está sumergido en aquellos misterios no develados y que tiñen las mentes de maldad y dudas.
A lo largo de la novela, el entramado de historias conecta a todos los personajes: Jhon, el empresario secuestrado; Lina, su esposa; Max, el mayor de las fuerzas armadas; Carolina, lideresa universitaria. En esta red invisible el lector vislumbra el interior de cada uno de ellos, sus pensamientos, recuerdos, miedos y emociones por medio de la estructura particular de la obra, incluso, es posible ahondar en un diario que saca a la luz grandes verdades.
El autor Alejandro Salamando valora la presencia de cada uno de sus lectores, por ello, trabaja con firmeza y esmero en cada espacio y personaje para brindarle el mejor regalo a las personas que se acercan a su relato: ser partícipe de la novela y descubrir el secreto que se esconde entre sus páginas.
Reflexiones finales
Cuando se le pregunta al autor sobre su relación con la escritura, es claro en afirmar que no se considera un escritor, sino un contador de historias, un narrador comprometido con sus más importantes críticos: su familia.
El Guahaihoque ya se encuentra disponible en nuestra página web ITA Editorial . ¿Estás preparado para adentrarte en aquella selva apocalíptica?